domingo, 23 de octubre de 2011

PIÑON - Jatropha curcas





Es un árbol o un arbusto pequeño con una altura máxima de 5 m, curcas de Jatropha crece según se informa fácilmente en áreas de la precipitación baja (a partir de 250 milímetros por año) y en suelos pobres, sin embargo, la producción es afectada fuertemente por condiciones cada vez mayor. Los árboles son fáciles de establecer (de las semillas o de los cortes), de crecer relativamente rápidamente (produciendo la semilla después de su segundo año) y son robustos a la sequía.

Grupos de mujeres indias han impulsado por años su cultivo y han publicitado sus aplicaciones medicinales, como la aplicación del aceite en el tratamiento de tumores, o de la savia e infusiones de las hojas como antipiréticos. se utiliza el látex del tallo en forma externa para tratar heridas de leishmaniasis cutánea. En Venezuela, la tradición medicinal local utiliza los cogollos u hojas tiernas en pequeña porción hervida en 1/2 litro de agua para prevenir y tratar quistes en los ovarios.

El nombre del género Jatropha deriva del griego: jatrós (doctor) y trophé (comida), que implica usos medicinales. Según Correll [1982], curcas es el nombre común para la nuez del Phycis en Malabar, India. 

Es originaria de México y Centroamérica, pero crece en la mayoría de los países tropicales; se cultiva en América Central, Sudamérica, sureste de Asia, India y África [Schmook y Serralta-Peraza, 1997]. En Cuba está presente en casi todas las provincias y la Isla de la Juventud, y se desarrolla de forma silvestre como cerca viva.

La planta Jatropha curcas L. (nombre científico) pertenece a la familia de las Euphorbeaceae (familia Castor) [Salas, et al., 1994]. Es una oleaginosa de porte arbustivo que tiene más de 3 500 especies agrupadas en 210 géneros; alcanza de 3 a 6 m de altura y tiene una longevidad mayor de 50 años; se destaca por su producción de biomasa, versatilidad de usos y adaptabilidad a condiciones marginales.

Pero es por su producción de abundante aceite que ha tomado un interés mundial, el piñón es capaz de producir hasta 2 a 3 toneladas de semillas, que se transforman en 1.800 litros de aceite por hectárea, las cuales se pueden convierten en 1.680 litros de biodiesel (combustible cuya combinación con aceite y el alcohol puede sustituir en un 100% el diesel proveniente del petróleo).

Componentes químicos: El género Jatropha contiene: alcaloides, sapogeninas, taninos, esteres, toxoalbúminas, compuestos cianogénicos. Además, contiene aceites fijos, ácidos grasos (palmítico, oleico, linoleico, esteárico). La presencia en la semilla de curcina, una albúmina tóxica termolábil, es la responsable de su elevada toxicidad. La semilla contiene minerales como fósforo, calcio, sodio, potasio y magnesio. Las hojas presentan estigmasterol y glicósidos ravonoides. 

Fuente: Sabiduria popular venezuela, sisbib , infojardin.

Centella asiática




La centella asiática no sólo reduce la celulitis. Con infusiones de esta planta medicinal, varios problemas dermatológicos pueden ser tratados.

Cuenta una popular leyenda de Laos el gran amor de dos jóvenes. Ella era la bellísima Yun-li, tenía 16 años y era la única hija del jefe del poblado, un rico propietario de arrozales. Él era un leñador, hermoso y pobre, que pasaba su vida en el corazón del bosque. El padre de Yun-li se volvió loco de rabia al saber que su hija quería al leñador y salió en busca de éste. Cuando lo encontró le propinó un gran corte en el vientre y le dijo: “Si mañana la herida que te hice está cicatrizada, es que eres más poderoso que yo y tendrás derecho a exigir la mano de Yun-li”.

El joven leñador huyó, se refugió en su choza de bambú, y recordó que había observado cómo los tigres revolcaban sus heridas sobre un tapiz de plantas rampantes para curar sus heridas en una noche. Esta particularidad hizo que bautice a las plantas como “la hierba del tigre”.

Decidió probar este remedio sobre él mismo; durante toda la noche se aplicó la hierba. A la mañana siguiente, sólo quedaba una cicatriz de un tono rosáceo igual que del amanecer. Y la leyenda pasó a ser investigada. Resulta que la hierba del tigre es conocida ahora como la centella asiática, planta que aumenta la síntesis de colágeno.

Adiós celulitis. La centella asiática, conocida por sus efectos positivos sobre la circulación sanguínea, es habitualmente usada contra la celulitis, ya que paulatinamente hace desaparecer la poco estética piel de naranja, dejándola suave y con menos pozos e imperfecciones.

Pero por sus propiedades, la centella asiática no sólo reduce la celulitis, también ayuda al tratamiento de otros problemas dermatológicos, como las quemaduras, cicatrices, úlceras, llagas y escaras. Estas imperfecciones  pueden ser solucionadas con una sencilla infusión.
La hierba también es altamente efectiva en la circulación sanguínea, ya que actúa a nivel de las paredes venosas, favoreciendo la microcirculación y el flujo de la sangre por las venas, evitando, así, la formación de várices, logrando que la piel se relaje y estire. Según Karina Mariaca de Oliveira, instructora de yoga, la centella asiática actúa también como purificante de la sangre y disminuye la hipertensión arterial. La hierba es popularmente utilizada en India, norte de Australia, Indonesia y Malasia. Además tiene una importante aceptación en África.
3 tazas de té de centella asiática por día es la cantidad ideal para tratar problemas de la piel.
“Antiguamente en la India, la centella asiática era utilizada como una poderosa pócima que se decía hacía longevo a quien la tomaba, por poseer varios usos terapéuticos, en especial los efectos en la piel que eran admirados por todos.

En Australia, es ampliamente utilizada por ser un agente antioxidante efectivo”.

Las propiedades de la centella asiática están al alcance del público en cápsulas o comprimidos o en forma de té. El correcto preparado del té de centella asiática consiste en:  
Dos cucharadas de hierba (una cucharadita por cada taza). En un litro de agua. Hacer hervir el preparado, dejarlo reposar cinco minutos y luego consumirlo. La cantidad ideal es tres tazas por día. No se recomienda una dosis mayor.

Múltiples usos de la centella asiática. 

Algunas investigaciones afirman que puede contribuir en el tratamiento de la esclerosis múltiple. También tiene propiedades que ayudan en la curación de heridas y retardo en la progresión de la lepra, y se considera que prolonga la vida, y aumenta la energía y la potencia sexual, según el portal comohacerpara.com.

Fuente: La prensa

sábado, 15 de octubre de 2011

Semillas de Lino o Linaza







Una de las maravillas de la semilla de linaza es que contiene una sustancia que se asemeja a la prostaglandina, la cual regula la presión y función arterial, cuyos beneficios juegan un papel importante en el metabolismo de las grasas, del calcio y de la energía.


El lino es el único alimento que bloquea el camino del estrógeno y tiene un efecto estimulador sobre éste. Ello se debe a que contiene esa rara combinación de un estrógeno débil y un ácido graso omega-3.


Las semillas de lino poseen gran cantidad de fibra dietética, son la fuente vegetal más rica que se conoce de ácidos grasos Omega 3 y la fuente más rica de estrógenos débiles, lo que la convierte en un superalimento. El lino también puede reducir el estrógeno en las células grasas, limitar el efecto de estímulo del estrógeno, prolongar el período menstrual y aumentar el número de transportadores de estrógeno. Los fitoquímicos llamados lignanos, son potentes anticancerígenos.


Su cantidad de fibra es superior a cualquier otro cereal y por ello es muy aconsejable en dietas para la reducción de peso, para reducir el colesterol y prevenir el estreñimiento. El Omega 3 que posee el lino, supera al del pescado o a cualquier vegetal o cereal. Y los lignanos actúan en la prevención del cáncer de mama y colon y estos estan al alcance de toda las personas simplemente con añadir semilla de linaza molida a sus dietas.


Las Ligninas de acuerdo a investigaciones científicas, luchan contra los químicos causantes de los tumores cancerosos y bloquean a los receptores de estrógeno, lo cual podría reducir el riesgo de cáncer de colon, cáncer de pulmón, cáncer de próstata, cáncer de mama.


La linaza o semillas de lino tienen un efecto beneficioso en otras enfermedades:


Enfermedades inflamatorias, piel y cabello, estrés, diabetes, digestión, enfermedades cardíacas, sobre peso, problemas sexuales, vitalidad, retención de líquidos, función visual, función adrenal, formación de esperma, fibrosis cística, esclerosis múltiple, esterilidad, aborto, esquizofrenia, mal funcionamiento glandular, depresión bipolar, alérgias, adicciones a drogas y alcohol.


Se estima que la diabetes en el adulto se debe en parte a la deficiencia de Ácido Alfa Linoléico (ALN) y al exceso de grasas saturadas.


Modo de tomar las semillas de lino o linaza


Triturar las semillas de lino con un molinillo de café y tomar 25 gramos al día incorporadas a los panes caseros, bollos o bizcochos, mejor integrales. También se puede mezclar en zumos de frutas yogurt, salsas, ensaladas sopas, etc.


Nota: Es importante triturar las semillas, ya que de ese modo se rompe su dura capa exterior, lo que permite que las enzimas humanas tengan un mejor acceso a los elementos beneficiosos contenidos en las semillas de lino.




Investigadores de la Clínica Mayo en Rochester, Minesota, hallaron que 188 mujeres a quienes se les pidió que comieran una barra de semillas de lino por día no vieron más mejoras en sus sofocos que aquellas que habían recibido barras ‘placebo’ sin lino.

Luego de seis semanas, más de un tercio de las mujeres en cada grupo tenía una reducción del 50 por ciento en la frecuencia y severidad de sus sofocos.

Los resultados similares obtenidos en ambos grupos sugieren un efecto placebo o alguna otra explicación para los cambios que algunas mujeres experimentaron, indicaron los investigadores liderados por Debra Barton, cuyos descubrimientos fueron reportados en la revista Menopause.

"Lo que las mujeres deben tomar de este estudio es que hay poca información convincente para probar semillas de lino si el objetivo es reducir los sofocos", explicó Barton a Reuters Health en un correo electrónico.

En un estudio piloto previo, Barton y sus colegas habían encontrado que las mujeres que consumieron semillas de lino, no vieron una disminución de sus sofocos, en promedio. Pero ese estudio no tuvo un grupo de comparación de mujeres que tomaran un placebo, indicó.

Las semillas de lino son ricas en compuestos llamados lignanos, un tipo de fitoestrógenos. El tratamiento más efectivo para los sofocos es la terapia de reemplazo hormonal, pero como las hormonas han sido relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, coágulos sanguíneos y cáncer de mama, muchas mujeres buscan remedios alternativos.

Se descubrió que algunos antidepresivos alivian los sofocos en cerca de un 80 por ciento. Pero Burton notó que los productos "naturales", como cimifuga racemosa, soja y ahora semillas de lino, no han resistido los análisis clínicos.

El último estudio incluyó a mujeres con sofocos, como los que ocurren al menos cuatro veces por día en promedio. La mitad de ellas tenían una historia de cáncer de mama y para estas pacientes no era recomendable el tratamiento de los síntomas con hormonas.

El equipo de Barton asignó al azar a las mujeres para que comieran una barra de semillas de lino o una de placebo durante seis semanas.

La barra de semillas de lino contenía fibra, proteína y 410 miligramos de lignanos. La de placebo aportaba fibras y proteínas.

Para el final del estudio, un 36 por ciento de las mujeres en ambos grupos tuvieron una reducción en su registro de sofocos, que incluía los síntomas y la severidad. Un tercio de las mujeres en cada grupo dijo que pensaban que sus síntomas habían mejorado de moderadamente a ‘mucho’.

Barton expresó que había varias razones posibles. En general los estudios sobre sofocos han encontrado un efecto placebo significativo, con las mujeres sintiéndose mejor porque querían hacerlo.

En total, un 20 a 30 por ciento de las consumidoras de placebo mejoraron, aunque algunos estudios han hallado tasas incluso más altas.






Fuente: El Nacional cocinasalud